Volver a escribir

 Desde hace unos días, mientras realizaba mi trabajo en casa (ese que tenemos haciendo desde casi 10 meses) me di cuenta que extraño escribir.

Recuerdo que era mi manera de sacar todo aquello que abrumaba mi cabeza (nunca he entendido porqué soy la más acumuladora de pensamientos, pero también sé que no soy la única) y hasta de divertirme y conocer personas (sí, antes de que existieran las redes sociales, las personas conectábamos con otra mediante blogs, hace exactamente como 10 mil años atrás).

Lo primero fue elegir un nuevo sitio de blogging, pues hay qué "modernizarse" y ¡Oh, sorpresa! Que los nuevos sitios de blog son tan complejos que entendí perfectamente a las personas que les piden pilotear el avión porque acaban de asesinar al piloto y ellas sólo iban felizmente disfrutando de su copa de champagne... ¡es complicadísimo! Aunque afortunadamente, mi vida no dependía de ello.

Noto que mis letras están oxidadas y tratando de agarrar ritmo, que todo se viene a borbotones y de todo quiero escribir, pero nada cobra sentido, pero como todo en la vida, el chiste es empezar... o volver a hacerlo.

Mi primer blog se llamó "Nada es casualidad" y en honor a él, quise renombrar a éste muy similar, pero dejando esa duda que queda cada que escuchamos esa frase ¿y si sí? ¿y si en realidad no hay un plan maquiavélico y las cosas sólo nos pasan por tontuelos?

Quien sabe, por lo pronto, aquí estoy de nuevo, permitiéndole a mis dedos ser libres por el teclado y dejar que las ideas vuelvan a surgir. Veremos a donde nos lleva esto y que no sea debut y despedida.

Au revoir!